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Mostrando entradas de diciembre, 2012

En 2013 quiero soltarme la melena

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Por eso esta mañana me he levantado temprano y me he ido a la peluquería. Supongo que no lo sabéis -alguna de vosotras sí- pero yo llevaba un pelo bastante largo, que pasaba la media espalda. Yo el pelo, como Finn, largo sí, pero sin lucirlo, hijas. Pero tengo menos arte pa' arreglarme el pelo que toas las cosas, así que al final mi eterno peinado era la cola de caballo. Y estaba un poco hasta las narices. Por no hablar de lo que cuesta secarse el pelo, y demás.  El sábado me vino la inspiración: Me voy a cortar el pelo. Pero me lo voy a cortar a lo bestia. Vamos, que la peluquera que coja mi cabeza se va a quedar a gusto.  Y quería hacerlo pronto, ya, antes de que se me fuese la idea de la cabeza. Pero, ¿iba a ser posible cortarme el pelo el día 31 de diciembre? Pues sí. Me fui a una peluquería de la franquicia Oh my cut! , a la que ya había ido en Marzo. En aquel momento iba con la misma idea, pero sin un pensamiento muy definido, y la peluquera me aconsejó

Por si no nos leemos... Feliz 2013

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Estamos a 29 de Diciembre todavía, y vivimos en un tiempo en el que dos días pueden hacerse eternos. Sin embargo, por si no nos leemos antes de que se acabe este año 2012, quiero dejaros ya mis buenos deseos, para que os acompañen cuando el reloj dé las campanadas. No sé cómo habrá sido vuestro año. El mio, un poco agridulce. Sin embargo, no confío en que un año nuevo vaya a cambiar mi suerte. Al fin y al cabo, el año es una manera de dividir el tiempo como cualquier otra. Pero por pedir, que no quede. Por soñar, que no quede. Por esperar, que no quede.  Yo de momento este año me he propuesto empezar el año en dulce, con uvas de gominola. No le debo nada a la suerte. El año pasado tomé uvas y no es que me saliera muy bien la jugada. Así que acabaré el 2012 y empezaré el 2013 con buen sabor de boca, por lo menos, literalmente.  Como ya he dicho, por desear que no quede. Así que quiero compartir con vosotr@s una antigua bendición irlandesa.  La tarjeta a la izquierda es un e

Nos vamos de excursión... a L'Oceanogràfic

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Me encanta el turismo cultural. Cuando voy a una ciudad lo que me interesan son los museos, y si hay alguna biblioteca famosa. Me pirran. Pero, mire usted por donde, llevo 6 años viviendo en Valencia y la tengo a medio ver todavía. Hace ya unos años que fui a visitar el Museo de Bellas Artes Pio V. Menuda experiencia. Entramos a media mañana y salimos pasadas las 4 de la tarde. Se nos fueron 5 horas sin sentir. Qué cosas. Pero, por ejemplo, tengo sin ver el Museo de Arqueología, el MUVIM, el IVAM, ... Otra de las cosas que tenía sin ver era la archiconocidísima y megafamosa (por diversas razones, no todas ellas positivas) Ciudad de las Artes y las Ciencias. Es que desde que vivo aquí ni siquiera he ido a pasear por los alrededores. ¡Miento! Fui una vez, al concierto MTV Winter en el que actuó The Cure.  Pero era de noche. No cuenta. De todos modos, normal que lo tenga sin ver. Los precios de acceso a las diversas instalaciones son bastante prohibitivos... Pero una, a veces, tiene

Mis libros de 2012

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Uno de mis propósitos para 2012 fue "menos ordenador y más leer", así, tal cual. No sé si lo de menos ordenador lo he cumplido. Quizá sí a épocas. Pero lo de más leer creo que sí.  Mentalmente me dije que 50 libros sería una buena cifra. Me he quedado en 41, pero me doy por satisfecha. En los libros no importa la cantidad, sino la calidad. Lo mejor no es decir: "He leído un libro gordíiiiisimo", sino "He leído un libro bueníiiiisimo". En 41 libros hay mucha variedad. No me atrevo a decir que hay de todo, pero hay bastantes cosas. Así que para hacer un pequeño balance sin eternizarme (o a lo mejor me eternizo, quién sabe :P), me he propuesto unas preguntas, tipo meme, para hacer un esbozo de mi año en libros.  1.- ¿Cómo definirías tu año en libros en menos de una línea?  Variado, sobre todo, variado. 2.- ¿Qué lectura recomendarías de las que has hecho este año... ...para reír? : Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza. ...para llorar? :

Diario de una opositora: Vacaciones.

Queridos y queridas, espero que hayáis tenido una Nochebuena de lo más buena y una Navidad sin demasiado malestar de estómago. Que ya se sabe. Yo he vuelto hace un rato de comer con la familia política. Lo típico de estas fiestas, vaya. Y ahora, mientras mi estómago intenta hacer la digestión como puede, me he sentado a escribir un poco, simplemente para anotar que he decidido tomarme vacaciones. Es más, a lo mejor las alargo hasta después de mi cumpleaños, que está cerquita de Reyes. Así, cuando toque volver, empezaré con ganas. Al fin y al cabo, tal y como pintan las cosas este año, parece que no va a haber una convocatoria de oposiciones seria, pero además, esa convocatoria, en las comunidades que la realizan, va a ser para el cuerpo de Maestros, con lo cual, a mí, plín. Vamos, que no me corre prisa ninguna, y puedo permitirme unos días - un par de semanas- de relax y descanso.  De hacer si me apetece, pero sin obligarme. De dedicarme a leer otras cosas y a disfrutar de mi

Esta noche es Nochebuena...

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y mañana Navidad. ¡Sacad la bota bloguer@s que me voy a emborrachar! Que no, que es broma. Que con las dos botellas de sidra que tenemos en la nevera es difícil emborracharse demasiado. Aunque a lo mejor si me lo propongo... :P Sí señores, llevo regular el alcohol. Soy de esas que con dos cervezas... Pero no os preocupéis por mí, que sé controlarme. Este post es breve. Lo único que quiero es desearos que paséis unas Felices Fiestas, lo hagáis como lo hagáis: solos, acompañados, con familia, con amigos, con vuestra pareja, o en una acampada en la calle. De tiros largos, en vaqueros o en pijama. En un restaurante o en casa. Con pavo, cordero o pollo. O con marisco. Con o sin regalos.Con o sin nieve. En fin, ya entendéis lo que quiero decir. En resumen, esto: Un fuerte abrazo, y gracias por estar al otro lado de la pantalla.

Las comparaciones son odiosas. También en educación.

Hay un dicho que reza como el título de este post: las comparaciones son odiosas. Y en efecto lo son la mayor parte del tiempo. Pero a veces son útiles como criterio, aunque no nos gusten, sobre todo cuando salimos mal parados.  Tal es el caso de las comparativas en educación. A todos nos suena el famoso informe PISA que mide el nivel educativo de un determinado grupo de jóvenes de distintos países y en ciertas disciplinas: lengua y lectura, matemáticas y ciencias, si no recuerdo mal. Y nos suena porque se enarbola para señalar lo mal que vamos, pero además, últimamente, se enarbola para convencernos de que la inversión en educación no es rentable, que el dinero que el Estado destina a educar a los españoles no se utiliza eficientemente, y, por lo tanto (atención a la conclusión, que es curiosa), es necesario destinar menos dinero a la educación. ¿Qué pasa, que si con más recursos los resultados son malos, con menos recursos serán mejores? No veo yo la relación. La conclusión lógi

Podría ser tu abuela. Podría ser tu hijo.

El contenido de este post es triste, muy triste. Piensa bien en si te conviene leerlo ahora o te va a dejar hech@ polvo. Anoche el programa El Intermedio, de La Sexta, emitió un reportaje de Gonzo a Doña Paquita, una anciana de 70 y tantos años. Aquí podéis ver la entrevista. Se la ha calificado de demagógica, populista, de manipulación, de querer nublar la razón de la gente yendo al centro de sus sentimientos. No lo sé, no sé cuáles eran las intenciones, pero el caso es que aquí, en casa, nos golpeó de lleno. Nos dejó al borde de las lágrimas, y más allá.  Por si no queréis ver el vídeo, os resumo. Doña Paquita es una señora mayor, con dificultades para caminar y varias patologías. Tiene que ir con cierta asiduidad al médico, pero al no poder andar, tiene que desplazarse en taxi, a 5 euros el trayecto. Además, tiene que pagar sus medicamentos, cosa que hace unos meses no tenía que hacer. Sobrevive con una pensión de trescientos y pico euros y confesó que, cuando tenía di

He debido de ser muy buena...

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... cuando los Reyes Majos, o en este caso, Reina Maja, no puede esperar al día que toca para traerme mi regalo. ¿Qué pensáis vosotras? Hoy he quedado con una amiga de Jack, que ahora es amiga común. Una amiga, a secas, que me enrollo. Es una compañera suya de carrera, por lo tanto, una bella artista también. Hacía algunos meses que no la veíamos, y la verdad, ya tocaba ponerse al día. Llamaremos a esta amiga PequeCol, que es en realidad, su nombre artístico. PequeCol es una artista, pero además es artesana. Estoy segura de que puede hacer cualquier cosa que se proponga, pero en estos momentos, pinta en tela. Tiene una página en Facebook en la que cuelga sus creaciones. Hay zapatillas, camisetas, bolsas,... Todo hecho a mano, por ella, con mucho mimo y esmero, que es una chica muy perfeccionista. Os animo a que echéis un ojillo :) Pues al poco de llegar me ha dicho que tenía un paquetito para mí. Que venía de lejos, pero sin pasar por Correos. Que venía de parte de su toc

Poseída por el espíritu navideño.

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Bueno, tampoco tanto, no hay que pasarse. No soy yo una persona muy navideña. Pero hoy apenas he abierto los ojos, como que se me ha venido todo el espíritu navideño encima. Supongo que lo habré agotado todo hoy. O quizá no. Lo sabremos mañana. Para empezar, esta mañana me ha sobrevenido una idea para el regalo de navidad de Jack. Un regalo sencillo, con más valor simbólico que económico -mucho más-, pero con el objetivo de sacar una sonrisa.  Así que, en muy poco rato, lo he tenido solucionado. La verdad es que la idea ha sido algo evidente, en fin, que no sé cómo no se me había ocurrido antes.  Fijaos si he sido veloz, que en el rato que Jack ha estado fuera curriculeando me ha dado tiempo de comprar los regalos, envolverlos, esconderlos y además, escribir una postal navideña con una pista, que dice "Merry sweet Christmas".  ¿Qué será?¿Qué será? Y luego están las decoraciones. Yo no soy fan de la decoración en ninguna de sus facetas. Ni la decoración a secas,

El dilema del profesor particular.

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Las clases particulares son una experiencia muy gratificante. Si no lo habéis probado y os interesa la enseñanza, os lo recomiendo. Se trata de una manera de afrontar la educación totalmente diferente a cómo se enfoca en la educación reglada, en el aula. Se trata de ir superando problemas constantemente, los problemas del alumno. Por esa razón, es el alumno el que condiciona el método, el ritmo, el procedimiento,... Sí, cada profesor particular tiene su estilo, pero cada experiencia es diferente, porque en las clases particulares el alumno es lo importante. En las clases particulares los protagonistas son el alumno y la materia, y el profesor es una especie de auxiliar que los acerca.  Es un planteamiento bastante romántico, pero es como yo lo vivo.  No tengo mucha experiencia docente en un aula, y el instituto en el que yo estuve haciendo las prácticas es bastante atípico, pero creo que las clases particulares son mucho más gratificantes, o al menos, menos frustrantes. Me da la sensa

Vivir con menos.

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Este año me he propuesto no hacerme propósitos de Año Nuevo a no ser que esté dispuesta a cumplirlos 100%. Hace un año me propuse adelgazar 6 kilos (por lo menos, que me sobran bastantes más) y aquí estoy, con los mismos 6 kilos encima. También me hice algún otro propósito que sí cumplí. Pero siempre da rabia -a mí al menos me la da- llegar a fin de año con cosas a medias. ¿Y cómo lo soluciono yo? ¿Esforzándome por cumplir lo que me propongo? Pues va a ser que no. Más bien, no proponiéndome cosas que sé de antemano que no voy a cumplir. ¿Vaga? Quizá. Pero realista también.  Total, que mi lista de propósitos se va a reducir a su mínima expresión. Uno de los propósitos que tengo es querer a los míos tanto como hoy, y si sale, más. Eso va a ser fácil. Mi gente se hace querer. Os hacéis querer, que lo sepáis. El otro tiene que ver con el título. Me he propuesto vivir con menos. Sí, en parte es por obligación, la realidad aprieta. Pero también quiero aprovechar las circunstan

All I want for Christmas.

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Twitter es un circo de esperpentos. Tanto, que a veces me dan ganas de borrarme la cuenta para no ver muchas cosas. Es un hecho que mi personalidad se está tornando resentida y rencorosa con gente que, por unas razones u otras, no está pasando por las situaciones de necesidad que yo estoy pasando, con esa gente que no siente la crisis. Y sé que a veces no es justo. A veces me duele esa amargura, pues algunas de esas personas son perfectamente normales, agradables, honestas, no tienen malas intenciones. Pero en lugar de alegrarme porque una persona viva ajena a ciertos aspectos de la realidad, porque, por suerte, no tiene la necesidad de ser consciente de ellos, me amargo y siento resentimiento. Sé que está mal, pero cada vez me cuesta más evitarlo. Pero hay ocasiones en las que ni siquiera merece la pena luchar contra el odio y la mala leche que me brota de las entrañas, porque la gente que los suscita no lucha, ni lo intenta, contra su estupidez. Hoy, en Twitter, sin quererlo rea

Trabajar para vivir, o vivir para trabajar.

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Ayer, como ya sabéis, tuve una entrevista de trabajo. La hice, la entrevista fue bien, fui sincera, y en fin, mostré lo que había. Otra cuestión será que yo esté a la altura de las expectativas de la empresa o del puesto. Eso lo veremos pronto. Antes del viernes sabré si sigo en el proceso de selección -con lo que tendría que enfrentarme a una segunda entrevista en inglés- o si no es así.  Seguiremos informando. Lo que pasa es que me ocurrió algo por segunda vez. No es que yo haga muchas entrevistas, ya lo sabéis, pero en las dos últimas me han hecho la misma pregunta.  Después de enfatizar mucho, mucho, muchísimo,  el hecho de que se requiere disponibilidad total y absoluta, te hacen la pregunta: - ¿Estás casada? ¿Tienes hijos? ¿Intenta ligar conmigo, señor entrevistador? En la anterior entrevista se enfatizo la disponibilidad dentro de un horario, con sus turnos y demás, pudiendo trabajar sábados y domingos, pero las horas que toquen y chimpón. Me hicieron la pregu

Libro: España invertebrada, de José Ortega y Gasset.

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La lectura es uno de mis pasatiempos, una actividad de tiempo libre. Por esa razón dedico ese tiempo a desconectar de mis quehaceres diarios. La filosofía es parte de esos quehaceres, así que cuando dispongo de un rato libre, prefiero leer una novela. Sin embargo de vez en cuando apetece leer algo de filosofía por placer y no por obligación, y cuando se trata de eso, Ortega y Gasset es una de mis apuestas seguras. Hace poco, en un debate en televisión, escuché que citaban a Ortega, y recordé que tenía pendiente de leer este libro. Será casualidad que la cita que escuché estuviese contenida en esta obra. Por cierto, hicieron la cita falseando la intención de Ortega.  ¿De qué va el libro? En esta breve obra -ronda las 100 páginas- Ortega trata, en forma de ensayo, un problema que hoy en día sigue siendo bastante actual: lo que él llama particularismo , y que tiene que ver con los nacionalismos y las ambiciones independentistas, pero que también se da entre las clases social

Frivolidad

Soy una persona... cómo decirlo...quizá la palabra sea intensa . Sí, intensa en el sentido de que me suelo tomar las cosas muy a pecho, muy en serio. No es que no tenga sentido del humor, que a lo mejor sí es así, sino que cuando algo me toca, me toca mucho. Me indigno, me pongo nerviosa, me acaloro con facilidad. Me preocupo demasiado, dirían algunos. Sin embargo, yo digo que me preocupo lo justo, porque no puedo preocuparme menos, ni más. Soy así.  El caso es que debo de ser fuerte -hace unos días mi madre me lo dijo, cuando rompí a llorar sin poderme controlar, y las madres suelen tener razón - porque no colapso. Y digo que no colapso en el sentido de que sí, me caigo, me hundo un tiempo, lloro, paso unos días malos, pero luego sigo adelante. Siempre sigo adelante. Con lo cual, supongo que soy como tengo que ser, ni más ni menos.  Pero aparte del pataleo y el llanto tengo mis válvulas de escape, como todo el mundo. Y, como todo, lo hago a lo grande, o más bien, a lo bestia

Cuando no buscas trabajo "de lo tuyo" y te llaman.

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Supongo que ya lo sabéis: tal y como están las cosas no es raro que la gente busque trabajo "de lo que salga". Jack hasta se irrita un poco cuando le preguntan: "¿Y de lo tuyo?". La gente no lo hace con maldad, pero cuando es cosa sabida que el mercado laboral de "lo suyo" se mueve menos que los ojos de Espinete, la cosa suena a recochineo. Lo de estar "a lo que salga" junto con la idea de "no me van a llamar" hace que una sea menos selectiva, o más bien, que se apunte a todo. Porque es verdad, cuando ves que hay 800 personas -y si no las hay, las habrá- apuntadas a una oferta que no es de lo tuyo, que es para personal no cualificado, tú te inscribes por probar, sin esperar que realmente te llamen. Y acaba ocurriendo que te inscribes a lugares de lo más dispares, pero no solo eso: acabas inscrita a ofertas para puestos de trabajo que ni en tus sueños más extraños te habrías visto desempeñando.   Pero...¿y si te llaman? Y si, di

Si yo fuera rica...Mi Wishlist en FNAC

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No sé si lo sabéis, pero FNAC organiza un sorteo para bloggers . Para participar sólo tienes que dejar volar la imaginación un poco y pensar en qué gastarías un presupuesto de 2013 euros. Si eres el agraciado/a, recibirás un vale por valor de 2013 euros para gastarlo en FNAC. Lo bueno es que ya tienes pensado en qué quieres gastarlos.¿Mola, eh? Así que yo me he entretenido un ratico y me he puesto a hacer una wishlist para participar. ¿Queréis saber en qué gastaría ese dinero? Ju-Ju-Ju. Primero de todo, un portatilillo para Jack. El que tiene, y al que llamamos cariñosamente "chatarra" lo heredó de mí, y está ya un poquito hecho polvo. Así que este ASUS estaría bien (479€). Por ejemplo. Un miniportátil para mí, o como suelen llamarse, un netbook. Por si tengo que salir de viaje no quedarme incomunicada. No es que realmente lo necesite ahora - durante la carrera me habría venido bien - pero bueno, supongo que le sacaría partido. Sobre todo, si lo obtengo gratis.