¿Cuánto dolor cabe en un cuerpo?
Hay una cosa que los adultos hacen/hacemos y que siempre me ha dado mucha rabia. Con frecuencia tendemos a juzgar los problemas de los demás -especialmente de la gente más joven- como algo nimio y sin importancia. He perdido la cuenta de las veces que mi madre me ha dicho cosas como "qué problemas tendrás tú" o "qué sabrás tú de la vida". Evidentemente, mi miedo a no poder comunicar completamente mis sentimientos y pensamientos cuando tenía 6 u 8 años no eran nada comparable con sus esfuerzos para pagar la hipoteca o sacarnos adelante. Visto desde su perspectiva, claro. Para mí era muy importante. Igual que eran muy importantes otras preocupaciones que tenía y que, al paso del tiempo, me he dado cuenta de que no eran muy normales para una niña de mi edad. A mí la normalidad me llegó tarde. ¡Y qué pena que llegó! Quizá por lo mucho que me molestó y lo menospreciada que me sentí a veces, intento mirar a los chavales con comprensión. Generalmente pienso que sus pr