Entradas

Mostrando entradas de enero, 2015

Serie: Luther

Imagen
Ando cortica de ideas, pero tenía mono de escribir. Entonces he recordado que, aunque en Twitter sí he dicho alguna cosa, no os he dado la lata con una de las series que estoy viendo: Luther. Luther es una serie de la BBC (lo cual es EL BIEN) que trata sobre un detective un tanto... especialico él. Digamos que el protagonista estaría entre lo que es un agente de la ley y un vigilante o justiciero. Tiene una idea de justicia bastante clara y, aunque el fin no siempre justifica los medios, él considera que para coger a los malos a veces hay que saltarse las reglas.Y resulta que ese tema a mí me resulta muy interesante.  Es un tema complejo, porque si no lo tratas como se debe, pues todo acaba en una parodia. Pero en Luther lo hacen muy bien: las acciones de John Luther (Idris Elba) tienen su consecuencia y en más de una ocasión se ha visto rodeado. De hecho, aún no he acabado la tercera temporada. Ya veremos cómo acaba este buen hombre. Por cierto, Idris Elba está SO

La venganza se sirve en diferido.

Lola acababa de abrir su peluquería. Todavía no hacía dos semanas desde que subió la persiana por primera vez. Le había costado mucho trabajo conseguir el dinero pero tras mucho pedir y mucho rogar pudo cumplir su sueño.  A veces Lola se sorprendía pensando que todo parecía nuevo. "Porque lo es, tonta", se reprendía. Por desgracia no parecía que fuese a tener muchas oportunidades de desgastar sus herramientas: desde que abrió la peluquería solo había atendido a tres clientas que, para colmo de males, estaban de paso por la ciudad.  Más por aburrimiento que por otra cosa, Lola se sentó frente a la puerta y se concentró, diciéndose interiormente "Ahora entrará un cliente, ahora entrará un cliente", mientras frotaba sus sienes. Y funcionó. O no, pero la casualidad fue, cuanto menos, curiosa. Vio pasar frente al cristal translúcido la silueta de un hombre trajeado que abrió la puerta a una señora. La señora dio las buenas tardes y no preguntó si podían atende

Visita a Urgencias.

Hace unos cuantos días tuve que hacer una visita a Urgencias. No, no me pasó nada. Iba con mi padre. No, a él tampoco le pasaba nada grave, pero fue a las urgencias del pueblo y lo mandaron al hospital. Y allá que nos fuimos mi padre, Jack (que estaba por aquí) y una servidora. Mi visita esta vez no tuvo nada que ver con lo que sale en las películas. Otras veces sí hemos visto accidentes de tráfico, agresiones con arma blanca,... Pero esta vez no. Aunque vi a algún policía por allí buscando a alguien, pero no me enteré bien. Puede que tuviese algo que ver que fuimos por la mañana.  Cuando llegamos allí había varias personas. Una chica con un ataque de ciática. Un señor con un problema del corazón. Una chica que tenía una infección en la boca y tenía unos dolores horribles. Y se le notaba en la cara. Y un señor con dolores fuertes de estómago. Poco después fueron llegando unas personas y marchándose otras. Lo típico.  Las que no se movieron de allí fueron las enfermeras y l

Libro: Matar un ruiseñor, de Nelle Harper Lee.

Imagen
Clasicazo de esos que aparecen en todas las listas de libros que leer antes de morir, sean grandes o pequeñas, y yo con estos pelos y sin haberlo leído. Nunca es tarde, claro. Así que con 2015 le ha llegado el turno. Vamos allá. ¿De qué va el libro? Los Finch (Atticus y sus hijos, Jem y Scout) son una familia del estado de Alabama. Aunque a ojos de sus vecinos y familiares son una familia algo atípica, su vida es de lo más ordinaria hasta que Atticus, abogado de profesión, tiene que defender a Tom Robinson por una acusación de violación. Y lo hace, poniendo además toda la carne en el asador. La cosa no sería tan grave si Tom Robinson no fuese negro... Hablando del libro... Sucede que soy una inculta de la vida en muchas ocasiones. ¿Qué sabía yo de este libro? Nada, aparte de lo que me enseñó Homer Simpson, quien dice de él que fue la razón por la que dejó de leer, ya que Matar un ruiseñor no le dio una sola idea de como matar uno... Le enseñó que no hay que juzgar

Las preguntas de Caroline y el premio Liebster.

 Hace unos días Caroline me nominó al premio Liebster. Yo debería seguir las reglas y todo eso, pero es que... Afú. Ahora mismo estoy más perro que Niebla , así que voy a hacerlo como suelo hacer estas cosas: como me dé la gana xD Eso sí, para ir en consonancia con Caroline, publicaré el post a horas intempestivas, :P Con la nominación venía un cuestionario que consta de once preguntas ideadas por Caroline. Y yo las voy a responder con mucho gusto, para satisfacer su curiosidad y, de paso, la vuestra.  1. ¿Qué te impulsó a empezar a escribir un blog? Pues este blog en principio fue un cuaderno. Un cuaderno de verdad. En él apuntaba cosas bonitas que me pasaran cada día, o situaciones que viese y me emocionasen o sorprendiesen. Cosas así. No era un blog porque yo ya tenía un blog personal, aparte de uno dedicado a una de mis aficiones, así que ahí quedó. Pero un día decidí abandonar mi blog personal porque me traía demasiados recuerdos y me agotaba, no se me ocurría nada

En shock pedagógico.

Estoy tal que así: en shock pedagógico.  Os cuento. Hace algo más de una semana vino una mamá a hablar conmigo para ver si podía echarle una mano a su hija que iba fatal en la escuela. Pero fatal de fatal, de suspender las asignaturas más importantes con unos y doses. "¿Cuántos años tiene?", pregunté. Me contestó que 9. Yo no miento nunca, siempre digo que no soy maestra y que yo que sé que qué se yo con niños de estas edades. Dio igual. Esta chica me pidió, por favor, que lo intentase. Bueno, venga, vale, va. Aunque yo, que no tengo formación de magisterio, dudaba en que pudiese ayudarle en algo. Eso sí: me negué en redondo a estar tres horas con la criatura. ¡Tres horas me pedía! ¡Todos los días de la semana! Se pensaría que no quería yo ayudarle o algo, no sé. Lo cierto es que yo esperaba a una niña con muchas dificultades de expresión escrita, oral, de comprensión, de lectura... No sé, para sacar unos y doses en tercero de primaria... Me llevé una grata sorpresa

¿Y tu corazón?

Imagen
Hoy me he encontrado esta cita en mi agenda. If you want to know where your heart is, look to where your mind goes when it wanders.  Significa algo así como: "Si quieres saber dónde está tu corazón, mira hacia dónde va tu mente cuando vaga". Fuente. Y me ha parecido una cita maravillosa. Me he puesto hacia donde va mi mente cuando la dejo suelta. Muchas veces se dirige a universos fantásticos o, al menos, de ficción. Supongo que tengo el corazón en mundos más etéreos que este.  Aunque debo de tener el corazón partío. Mi mente también va hacia Jack, hacia muchos rincones de los que tengo recuerdos, hacia las aulas, ... Quizá es que uno va dejando un poco de su corazón en cada cosa que ama. Estaría bien poder poner el cuerpo en el lugar donde tengo el corazón y al que se dirige la mente cuando está ociosa.  Y vosotrxs, ¿dónde tenéis el corazón? ¿Hacia dónde va vuestra mente cuando no le marcáis un rumbo? 

Libro: El resplandor, de Stephen King.

Imagen
Aviso a navegantes: Hay spoilers.    ¡Regalo de cumpleaños! !Wiiiiiiiii! Jack me regaló El resplandor y Doctor Sueño , la continuación. Fue una jugada arriesgada, porque le tengo mucha manía a la película de Kubrick, en general, y si nos centramos en lo particular, me da urticaria el doblaje. La cara de "meh" que puse cuando abrí el paquete tuvo que ser épica... Es que soy transparente, no lo puedo evitar. Pero bueno, si no hay que juzgar un libro por su portada, aún menos por su adaptación al cine xD ¿De qué va el libro? Jack Torrance ha visto como una vida ideal se iba por el retrete por sus problemas con la bebida y sus "ataques de mal genio". Ahora se ve obligado a aceptar el favor de un viejo compañero de trabajo y juergas y a tomar un empleo como vigilante de un célebre hotel de Maine (como no) durante los meses de invierno para sacar a flote a su familia. Él, su esposa Wendy y su hijo de 5 años, Danny, quedarán aislados por la nieve en cu

El día más triste.

Imagen
Luego dicen que los de filosofía hacemos cosas que no sirven para nada. Espero que no lo diga ninguno de los que se ha entretenido en calcular cuál es el día más triste del año. Que, por cierto, es hoy .  Yo no sé si decir que el #BlueMonday son los padres o que lo ha inventado el Corte Inglés. La verdad no sé cuál es la finalidad de esto. Pero lo que sí que os puedo decir es que las realidades estadísticas suelen ser realidades a medias, como mucho. Y no sé si seré la excepción que confirma la regla, pero mi día ha sido bastante mejor que la media de mis días. Será porque bastantes parámetros de la fórmula del #BlueMonday dichoso no se me aplican.  El día empezó a las 00.00, como todos. Poco después -creo que fue poco después-, Lia me dijo que había conocido a MI SIN . MI SIN. O sea, mío, pa' mí, pa' siempre. Que lo sepáis. Y ahora, también de Lia. Que lo compartimos y no pasa ni media: el pobre necesita todo el consuelo que podamos darle, que su vida ha si

El monstruo verde, las redes sociales y lo que hacer con un puñado de retales.

Imagen
Como todo ser humano imperfecto estoy aquejada del defecto de la envidia. No es una envidia insana la mayor parte de las veces, es más un "culo veo, culo quiero". Supongo que a unos y a otros nos habrá pasado alguna vez, cuando vemos en Facebook las fotos del último viaje de un conocido, o el vestido que le han regalado, o la maña que se da haciendo manualidades o la tarta decorada que se ha currado. Es un "cómo me gustaría a mí...", pero no conlleva un deseo negativo para el afortunado/a  que ha puesto las fotos.  Pero a veces no. No me enorgullece reconocerlo, pero es justo que lo haga. A veces la bilis me sube por el esófago que es una cosa mala y me pongo de una mala leche que no es ni medio normal. Me pasó hace dos noches. Y me pasó, además, en la red social menos susceptible de que ocurra, creo yo: LinkedIn. Cabrearse viendo LinkedIn es de nivel avanzado de amargada. ¿Dan un pin o algo? — Bettie (@BettieJander) enero 16, 2015 Yo intento calmar

Cotillxs literarixs.

Imagen
Una de las cosas que más me gusta es hablar de libros. Aunque actualmente mi ritmo de lectura no está siendo nada malo, me faltan muchas cosas que leer. Muchos clásicos, por ejemplo. Y muchos "hits". Pero eso no importa. Me gusta hablar con otros lectores e intercambiar opinones sobre lecturas que hemos hecho, o que esa persona ha hecho y yo no. Es de lo más estimulante. Es como marujear, pero de otra  manera. Siempre he querido participar en un club de lectura. Y ya puestos, siempre he querido participar en el club de lectura que tengo en mi mente. Una sala con un círculo de asientos, sillones preferiblemente. Y en el suelo, una alfombra, por si alguien se siente más cómodo sentado al estilo indio. Mesitas pequeñas entre los asientos, sobre las que reposan tazas de té o café y bandejas de pastelitos y galletas. Y allí personas que, por lo demás, pueden ser muy diferentes, pero a las que une el amor por los libros y una lectura común. Y hablar, hablar y hablar hast

Post totalmente irrelevante.

Imagen
Parte informativo: Sí, me corté el pelo ayer. No es un acontecimiento de relevancia internacional, pero ya que os doy la lata con las dudas, pues por cansinear un poco con las decisiones tampoco va a pasar nada. Al final el corte fue este:  O eso me dijo la peluquera, porque ahora mismo lo llevo liso - pa' un día que voy a la pelu, que se note- y no sé qué pasará cuando me lo deje al natural. Lo mismo parece que me ha picao un pollo o algo. Le alegré la vida a mi peluquera, que lo sé. Nada más entrar por la puerta le dije: -¿Estás de ánimo para un cambio radical?  Y ella me contestó: -¿Yo? Siempre.  Flipó mucho cuando le enseñé la foto, porque tuvo que sufrir mis rabietas cuando era pequeña y mi madre me llevaba a cortarme el pelo. Cuando quiso acabar con mi melenón monté tal escena que siempre nos la recordamos cuando nos vemos.  Así que sí, la criatura que tenía miedo a cortarse el pelo ahora le estaba diciendo que quería ese corte. Se esmeró, l

¿Y si juego un poco más?

Imagen
La culpa de que yo me metiera en el embolao de la filosofía, y si no toda, al menos la última parte, es de Nietzsche. De Nietzsche y de María, mi profesora por aquel entonces. Nietzsche quedó fuera del temario de clase, no dio tiempo, y como yo era la única alumna de todo el instituto que iba a examinarse de filosofía en la PAU, María me dijo que me pasase una mañana por el instituto, cuando ya no teníamos clase, y que me lo explicaría. Así, en plan clase particular.  Me fascinó Nietzsche. Sobre todo me fascinó la parte de las transformaciones de hombre a superhombre: camello, león, niño. María me habló del juego. -¿Tienes sobrinos o primos pequeños? - No -contesté yo. -Pero habrás visto jugar a los niños pequeños alguna vez, ¿verdad? -insistió. -Claro.  -Y quizá hayas visto cuando a un niño le regalan un juego de construcción. ¿Puedes imaginarlo? El niño se pone a hacer un castillo o un fuerte, los adultos lo miran embobados. Cuando la construcción empieza a to

La virtud que más me urge.

La virtud que más me urge es la paciencia, y eso que me faltan muchas, pero muchas, muchas. No hace mucho que os hablaba del último punto de Diez días en las Highlands , y en ese mismo post ya os contaba que #ProyectoSuicida ya bullía por mi cabeza. Pues bien, #ProyectoSuicida puede que no vaya a ninguna parte, pero desde luego es un desahogo bastante bueno para mis impulsos más destructivos. Sublimación de las pulsiones de muerte y eso.Sin embargo, ya tengo organizada otra libretica con sus correspondientes post-it para empezar con una historia que llevo incubando más de un año. La cuestión es no parar.  Pero tampoco tengo paciencia con Diez días en las Highlands . La idea era dejar reposar la historia y volver a ella para corregirla pasado un tiempo, pero no he podido. Un mes después he tenido que volver a ella, empezar a releerla y a corregir. De momento, cosas pequeñas. No veo necesidad de recortar o añadir grandes fragmentos o de hacer modificaciones significativas, lo cual

Libro: La nieta del señor Linh, de Philippe Claudel.

Imagen
Tenía este libro pendiente desde que Ro lo recomendó en su blog . Hace ya algún tiempo de eso, pero bueno, nunca es tarde si la lectura es buena, lo digo siempre. Aún tengo unas cuantas recomendaciones suyas pendientes, y supongo que nunca acabaré con ellas :P jaja. ¿De qué va el libro? Esta brevísima novela (poco más de 100 páginas) relata la llegada de un anciano a un país occidental -no se dice cual- desde su tierra natal -tampoco se da ningún nombre-, asediada por la guerra. Con él no trae más equipaje que una pequeña maleta  con una foto vieja y un puñado de tierra de su aldea. Y su nieta, lo único que la guerra no le ha arrebatado.  Hablando del libro...   Este es uno de los libros en los que el camino tiene sentido por sí mismo y no con vistas al final. De hecho, para mí el final podría haber sido ese o cualquier otro -aunque me alegra que sea ese-, pero no es un final propiamente dicho, es solo el principio del silencio, de la historia que no se narra. Lo qu

Libro: El océano al final del camino, de Neil Gaiman.

Imagen
Papá Nuel me trajo un libro muy chu-chu-chuli. Acertó, y para eso no hace falta ser Papá Nuel. ¿Cuántas veces he dicho que Neil Gaiman es uno de mis escritores favoritos, si no mi favorito? Pues eso. ¿De qué va el libro?  El protagonista, de cuyo nombre no quiero acordarme (que no, que es broma, que no lo dicen xD), acaba volviendo, por un funeral, al lugar donde creció. Sin saber cómo ni de qué manera, acaba conduciendo su coche hasta el final del camino, y los recuerdos le vienen como en oleadas. Recuerda que allí está la granja Hempstock, y que en la granja Hempstock había un océano. Al menos Lettie lo llamaba así. Y entonces recuerda cómo conoció a Lettie y lo que pasó después, desde lo que le pasó a Fluffy hasta el incidente con Ursula Monkton y los pájaros del hambre. Hablando del libro... Gaiman en estado puro. Se trata de un libro fantástico, pero no sé cómo lo hace Gaiman: consigue hilar la fantasía en la historia como si nada, como si fuese lo más normal d

Está mal, pero...

Hoy he visto una viñeta relacionada con el atentado contra la sede de Charlie Hebdo , se titula "El hippie, la puta y el bufón" . Os aconsejo que le echéis un ojo, para ver si os suena de algo.  A mí sí. Lo he oído desde ayer varias veces: si se juega con fuego, uno acaba quemándose. O en otras palabras "No está bien que los hayan matado, pero si no hubiesen hecho esos dibujos...".  No es una mentira, no del todo. Si Charlie Hebdo hubiese dibujado gatitos, por decir algo, habría tenido menos probabilidades de ser atacada como lo fue ayer. Si nos movemos en el terreno de la estricta y absoluta corrección política tenemos menos probabilidades de pisarle los callos a alguien. Eso sí: es cansado, desde ya os aviso.  Tenemos menos probabilidad, pero no probabilidad cero, eso también es importante. Moverte por la vida es asumir riesgos y hasta haciendo lo políticamente correcto nos pueden lanzar un revés.  Y, por supuesto, hacer lo correcto (a secas) es, en l

Un brindis.

Parece oportuno alzar la copa antes de que acaben las fiestas -como si no se pudiese brindar antes, o después- para dar gracias por esas cosas o por esa gente imprescindibles, por todo eso cuya ausencia haría del mundo un lugar más hostil.  Yo hoy brindo  por la gente que no se avergüenza. Por la gente transparente que no lleva con comodidad las máscaras, que son ellos mismos, ellos mismos de verdad, aunque nadie llegue a entenderlos. Supongo que por eso uno puede quitarse la suya tranquilamente en su presencia. Brindo por esos que hablan a los animales como si fuesen personas aunque haya gente mirando. Brindo por aquellos que lloran a pesar de que les han repetido mil y una veces que eso no se hace. Por los que abrazan en público y besan sin mirar a los lados.  Brindo por los que hacen cosas inútiles a sabiendas, por los "muertos de hambre, y a mucha honra" . Por los que aman sin medida y asumen las consecuencias sin sonrojo. Por los que ríen sin motivos y hasta cuand

Libro: Forastera, de Diana Gabaldon.

Imagen
Cuando a 2014 le quedaban unos días tuve que decidir cuál sería el último libro del año y, quizá, el primero de 2015. Recordé que Letraherido me había recomendado -indirectamente- esta saga, y que Lia hablaba de la serie en su blog . Va de escoceses, así que quise darle un intento.  Y lo hice. ¿De qué va el libro? Claire y su esposo Frank están pasando su luna de miel -pospuesta por la II Guerra Mundial- en las Highlands escocesas. Sin saber muy bien cómo Claire acaba transportándose al siglo XVIII, en medio de una refriega entre varios hombres. Es entonces cuando conoce a Jamie McTavish, al principio, Jamie Fraser después, el hombre que conseguirá que cambie su vida por completo. Hablando de la novela. Estamos ante una novela romántica histórica que no sé hasta qué punto es una novela romántica al uso. Sí, hay un romance que pasa por muchas dificultades, pero Forastera tiene particularidades que hacen que no encaje del todo en el canon. Primero, Claire no es una