No me reconozco.
Electoralmente hablando, quiero decir. Estamos a menos de un mes de las elecciones municipales y autonómicas, y yo tan pichi. Como si no pasara nada. Lo cierto es que estoy un poco desilusionada, la verdad. O harta, no sé. Desde que tengo 16 años he seguido la actualidad política con atención, pero de un tiempo a esta parte casi que prefiero pasar palabra al respecto. Parece contradictorio, en una época en la que a muchas personas ha comenzado a interesarles la política, o eso podría parecer, si nos fijamos en la programación de los canales de televisión más vistos. Las tertulias políticas ya no son algo marginal, sino un espacio en el que se invierte y que la gente sigue. Nos gustan las entrevistas a políticos, nos gusta que la gente les pregunte, nos gusta exponerlos a periodistas y tertulianos (no es lo mismo). Y nos gusta comentarlo en las redes sociales y hablar de ello en el trabajo. Los programas de actualidad se han convertido en un fenómeno. Yo debería estar conte