Cuando un adolescente se suicida.


Cuando un adolescente se suicida cambia el mundo aunque no nos demos cuenta. Un mundo en el que un adolescente -casi un niño- decide que no quiere seguir adelante con toda la vida que le queda es un mundo más gris, más triste, más cruel, más inhumano. Un mundo que merece menos la pena. 

Procuro que esos cambios sean sensibles, sobre todo, en mis clases. Cuando me entero de que un niño o adolescente se ha suicidado empiezo mis clases así:

-Buenos días. Ayer Fulanito se suicidó. Tenía X años. 

Es una buena manera de llamar la atención del público. Y luego sigo hablando del caso para concluir siempre de manera parecida: diciendo que me parece increíble que chicos como ellos, que están delante mío, sean capaces de, con su mezquindad o su silencio, empujar a alguien a la muerte. 

No es una actuación: de verdad me parece increíble. Porque los chicos y chicas que maltratan y que acosan son chicos como los que tengo delante, chavales de instituto, aficionados al fútbol, que se emocionan con las historias de amor, que tienen complejos, que también tienen miedo. Chicos y chicas que supongo que, ante una charla de estas, reaccionarían de manera parecida. Alucinando. 

La primera vez que hablé del tema una alumna intervino, sorprendida:

-Cómo tendría que sentirse para matarse así... 

No son de hierro, ni de hielo. No son insensibles ante estos casos. Pero aún así se ríen de sus compañeros y compañeras, los imitan, les gastan bromas,... Y no le dan importancia. Ya son varios casos de estos que he frenado en seco y, cuando hablas en privado con los bromistas, te dicen que no es para tanto, que a él o a ella no le importa, etc. etc y, lo mejor, que no era su intención herirlos. Desde luego, son acosos a menor escala, pero si dejamos pasar unas cosas acabamos no poniendo límites. "Cuando una persona conduce borracha tampoco tiene la intención de matar a alguien, así que si ocurre, lo perdonamos, ¿no?", les digo. Intento hacerles entender que sus acciones tienen consecuencias más allá de las que ellos puedan prever y que lo que es una broma sin importancia para ellos puede doler mucho a un tercero. Y, sobre todo, intento que vean que esas consecuencias de nuestras acciones, aquellas en las que no pensamos, también nos pertenecen. 

Sé que entre los adolescentes hay malas personas con malas intenciones. Pero también sé que los hay que siguen el juego o participan de él porque un "bollera de mierda" no hace sangre. Porque meterse un poco con el maricón de clase no es tan malo: a él se le pasa al llegar a casa y yo me crezco. Sé que hay quien no piensa que esa tarde su compañero o compañera, harto ya, pueda quitarse la vida. Y hay que conseguir que lo piensen. 

A veces me pregunto -me lo he preguntado en voz alta, en clase- cómo se sentirán las personas que insultaban, golpeaban, discriminaban y maltrataban a un chico o chica que acaba de suicidarse. Me pregunto si serán capaces de dormir por la noche.  Me gusta creer que no. Me gusta pensar que han aprendido algo, aunque nadie debería dar la vida para que otros aprendiesen que hay que ser amables con los que nos rodean. 

Sé que quizá yo soy especialmente sensible con el tema porque lo he sufrido, pero voy a seguir siendo así de tajante. Voy a seguir cortando esos comportamientos a la primera señal que vea. Voy a seguir dándoles la chapa con cada suicidio. Voy a seguir pidiéndoles que nunca hagan nada que pueda un día quitarles el sueño.

Espero que un día deje de ser necesario.

Por cierto, por si no lo sabíais, el día de Nochebuena, Alan se suicidó. Tenía 17 años. 



Os dejo esta canción de Rise Against que habla del acoso escolar y de los suicidios causados por el mismo. Se centra, en concreto, en el bullying homófobo, pero puede servir para cualquiera: hay vida después, esto mejora. 



"It's always darkest just before the dawn. 
So stay awake with me, let's prove them wrong."


Comentarios

  1. Estas cosas te dan puntos como profesora, que lo sepas.
    ¡Un abrazo!

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    1. ¿Tú crees? Bueno, no lo hago por los puntos. Esto no.

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  2. Quienes lo hemos pasado mal por esto somos especialmente sensibles con el tema… No es algo de lo que hable mucho, ni en «abierto» ni en «cerrado» pero hace poco unos compañeros de clase estaban hablando sobre el tema y solté parte de lo que hay ahí dentro, guardado en un armario con candado, impidiendo que salga. ¡Y lo bien que se queda uno soltando lastre! Es una pena que la humanidad avance tanto en unas cosas y en otras estemos igual que en la prehistoria: peor que animales salvajes. Me encanta pensar que en esta época abundan las profes como tú en muchas aulas, que las cosas han cambiado, porque años atrás, cuando yo era peque, en contra de frenarlo, sobre todo un profesor en concreto, todavía hurgaba más en la herida. Y cuando ni los adultos en quien se supone que debes confiar en clase hacen caso… Ojalá la de Alan sea la última. Gracias por ayudar a crear un mundo mejor, Bettie.

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    1. Una maestra mía también colaboraba al escarnio público, ya lo conté en un post, así que te entiendo.

      Creo que la mentalidad está cambiando. Antes todo eran "cosas de críos", pero creo que ya las personas, y entre ellos los profesionales de la enseñanza y demás que tratamos con chavales, hemos visto claro que esto no es una broma ni algo a lo que restarle importancia.

      Ojalá ningún niño o niña se quite la vida por la crueldad de las personas que lo/la rodean nunca más.

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  3. Estoy convencida de que no son insensibles...quiero pensar que no lo son, cuando estaba en 7º un chico de mi clase se suicidó, se colgó, casi no le conociamos, había llegado nuevo, era callado, no se relacionaba y a pesar de todo no pudimos parar de llorar en varios días, con lo que supongo que si encima alguien te hace ver que quizás tu comportamiento tiene algo que ver se te tiene que remover algo por dentro. Desgraciadamente esa actitud tuya es poco común, he vivido muy de cerca un acoso adolescente en este caso acoso sexista y los profesores en su mayoría miraron para otro lado, terminó bien porque el chaval se cambió de colegio pero si no....quien sabe.

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    1. Puf. Yo creo que hay un cambio de tendencia. Creo que los profesionales se dan cuenta antes de los problemas. Pero aún así a veces es demasiado tarde, porque hace falta visibilizar el problema y educar a la sociedad entera.

      Puede parecer una tontería, pero por ejemplo, ver a Jesús Vazquez hablando de bullying les llega. A lo mejor más que todos mis sermones xD

      Besos.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Creo que no puedo aportar nada aquí, solo unas sinceras "Gracias" por ser así como profesora y por contárnoslo en el blog para que quien, como yo, no había visto la noticia, pudieramos pensar sobre ello.
    Por mi parte nunca he sufrido de ningún tipo de acoso, pero sí que los he visto y aunque no me puse delante a decir "dejadle en paz" porque tenía miedo(como pasa a muchos), sí que avisé a personas adultas y responsables(profesores y padres) e intenté apoyar a la persona.
    Sigo creyendo que la gente es buena. Obviamente hay gente mala, pero sigo creyendo que algún día ganará la bondad.

    Un beso y gracias de nuevo.

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    1. ¿Gracias a mí? Gracias a ti, que aunque no te lanzaste a los pies de los caballos, pediste ayuda y no colaboraste en la humillación.

      Hay otra cosa que les digo a mis chicos de vez en cuando: que para que triunfe el mal solo hace falta que los buenos no hagan nada. Así que gracias por hacer algo :)

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    2. Y a ti por, además de hacer algo, instar a los demás(y sobre todo a los más peques) a hacerlo.

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  6. Estoy muy impactada, aunque no es el primer caso que se conoce, y por desgracia no creo que sea el último. Yo soy maestra de infantil, y aunque las humillaciones aun no van por ese camino, ya corto de raíz el posible bulliyng, porque son pequeños, pero con 5 o 6 años ya empiezan, y cuanto antes se empiece a prevenir, mejor.
    Por otro lado me asombra lo que he visto por las redes sociales: La culpa es de los profesores. Y no niego que estas actitudes se DEBEN ver y prevenir desde la escuela, pero el apoyo desde casa es fundamental. El respeto y la tolerancia también se enseña desde casa. De hecho me he encontrado familias con las que en reuniones he comentado que su hijo/a era bastante dado a insultar a un cierto niño en concreto, a apartarlo del juego, etc. Y me han contestado que son cosas de críos, que en su época eso pasaba constantemente y "nosotros no hemos salido tan mal". Es una lacra SOCIAL, hasta que no nos impliquemos TODOS, esto no parará.

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    1. Pues sí, Hache. A mí el acoso empezó en el mismo momento de comenzar el cole, con 4 años. Así que hay que estar en guardia.

      Y sí, ese es el problema, "que son cosas de críos". Y no lo son. Eso no debería servir para justificar o disculpar nada. No una pelea ocasional, y mucho menos el acoso continuado. La tribu educa. Y esto tiene que condenarse desde todas las esferas, y darle la importancia que merece.

      Besos.

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  7. Reflexiones como estas son necesarias. Para serte sincera, hace muchos años, se me pasó esa idea por la cabeza. Nadie me maltrataba, nadie me hacía bullying. Pero en ese entonces el mundo no se adaptaba a mí o yo no me adaptaba al mundo. Pertenecía al lugar equivocado, pero yo no me daba cuenta, aunque tampoco tenía opción de cambiar. Era demasiado pequeña, no tenía independencia para "lo madura que era para mi edad" (y la de veces que me habrán dicho eso). Además, eso sí, era muy sensible. Lloraba todos los días. No recuerdo la razón, pero mi familia (sobre todo lejana) se quejaba por ser una llorona, por enfadarme con facilidad y por no contestar. Y quizás lo decían en broma, pero a mí me dolía. No quería hablar porque rompería a llorar. Sólo quería marcharme. La de veces que habré aguantado ese nudo en la garganta para retener las lágrimas... Podría decir que estoy acostumbrada y que ya me es fácil olvidar y permanecer serena.
    Hubo un punto en que todo esto cambió. Fue un cambio gradual, pero lo siento como si hubiera sido de la noche a la mañana. Hice nuevas amistades, empecé a escribir (y lo mucho que le debo a la escritura y a la literatura...), conseguí la independencia física, mental y social que necesitaba, dejé de tener miedo... y olvidé muchas cosas. No sé cómo, no sé si es posible suprimir totalmente unos recuerdos, pero agradezco tener tan poca memoria para el pasado. Y, definitivamente, pude (y puedo) responder a la pregunta a la cual siempre dudaba: era feliz.

    Siento que hayas tenido que tragarte este pedazo de comentario, pero es lo que he pensado después de leer tu post. Aún recuerdo estar bocarriba en el frío suelo, con unas tijeras al lado y pensando "qué fácil sería"... aunque nunca lo hice.

    Te mereces un señor aplauso por haber llegado hasta aquí. xD Me siento muy desahogada, gracias. Ains.

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    1. No lo sientas. Me alegro de que lo hayas escrito. Quién sabe: de estas pasa alguien con ciertas ideas por aquí, lo lee, y se lo piensa dos veces :) Te entiendo mejor de lo que crees.

      Besos fuertes y hoy un abrazo "espachurrao" :D

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  8. Te aseguro que muchas veces no piensan lo que dicen cuando participan en este tipo de cosas. Nos pasa a los adultos, que a veces no nos damos cuenta de ciertas cosas, imagina a ellos. Así que es muy bueno explicárselo una y otra vez, que vean las consecuencias de sus actos.

    El día de la violencia de género les puse a mis chicos unos cuantos cortos. Y el que más les impactó, que les dejó helados, es el que menos podía imaginarme. una chica enseñando una serie de carteles, estilo Love Actually, en que contaba una historia de cómo se enamora y el chico empieza a controlarla y no hay nadie alrededor que le diga que eso está mal... Al final, el caso se hace real. Es un vídeo grabado por compañeros de esa chica que murió. Ver que las cosas pasan en la realidad y no detrás de una pantalla les hace pensar.

    Besos.

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    1. No hace falta que hagas fuerza asegurándomelo, que me lo creo. No piensan, y no conectan unas cosas con otras.

      No he visto ese vídeo, aunque he visto varios similares, que se hicieron virales a partir del caso de Amanda Todd. Son muy duros. A veces no relacionan palabras como "acoso", "maltrato" etc. con personas reales y hay que hacer hincapié en lo concreto.

      Besos :)

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  9. Este tema me pone los pelos de punta... Por suerte, no lo he vivido en propias carnes ni he conocido casos cercanos.Pero este año, ya te conté, en clase de mi hija se dio un caso de bullying. Un niño se metía con otra niña todos los días y ella volvía llorando a casa. Una compañera que lo sabía le dijo que tenía que decírselo a alguien y finalmente se lo contó al jefe de estudios. Al día siguiente, la tutora dijo que un compañero tenía que decirles algo y el "acosador" se puso en pie y ante toda la clase le pidió disculpas a la chica, prometió no volver a hacerlo e incluso escribió un cartel que pegó en clase en el cual ponía: NO AL BULLYING
    No sé si sus palabras fueron sinceras, espero que sí. Quiero pensar que empiezan a entender. Y también que hay buenos profesores.
    Ojalá no tengamos que volver a escuchar noticias como las de Alan...

    ¡¡¡Feliz Año, Bettie!!!

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    1. Ojalá. Yo no digo que no haya casos de niños que son malos. Pero en muchas ocasiones es que creo que no piensan lo que hacen, sinceramente. :(

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  10. Haces muy bien en hablar de esos temas porque es eso, no te das cuenta de lo mucho que puedes herir a alguien con un comentario sobre su aspecto o su forma de ser.
    Ya te he dicho más de una vez que a mí me decían cosas pero a su vez también participé en otras. A nosotros no nos decían nada en el colegio sobre ello y bueno ya en casa menos xD
    Ains, a ver si poco a poco se va cambiando la mentalidad de la sociedad porque tela.

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    1. Yo intento siempre poner la empatía encima de la mesa y cortar las burlas de raíz. No sé si sirve para algo, pero espero que sí :D

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