Impacientes.


Permitidme la generalización: no sabemos esperar. Por ejemplo, suelo ponerles bastantes vídeos y películas a mis chicxs de Valores éticos. Y siempre, cada día, indefectiblemente, hay alguna pregunta del tipo: "Maestra, ¿pero qué pasa ahora?" o "Maestra, ¿lo van a matar?". Cosas así.  Yo siempre contesto lo mismo:

-Impacieeeeeeeeeeeeeeeeeentes...

Se ha hecho tan cotidiano que ya no lo tengo que decir. Cuando un niño o niña pregunta lo miro fijamente, sonrío, y es él o ella mismx quien dice, también sonriendo: "Impacieeeeeeeeeeeeeeeeentes..." 

No son solo los niños. Se aplica a muchas cosas. El otro día vi este vídeo en el Facebook de una amiga. 


Podéis verlo con subtítulos en castellano aquí

Queremos que pase algo YA. El hecho de esperar nos incomoda. Necesitamos sorpresa y excitación constante. Pero si hay que esperar ni siquiera nos planteamos si merece la pena hacerlo. Esperar nos desespera. No obtener resultados inmediatos nos pone muy nerviosos, nos incomoda y nos hace sentir frustrados.

Me da la sensación de que esa no es una buena política. Desde luego, no lo ha sido en mi vida hasta ahora. A mí en los últimos tiempos las cosas han tardado en llegarme. A veces pienso que lo de no haber tenido una puñetera oportunidad laboral en todo el tiempo que estuve en paro fue para bien. ¿Qué habría pasado si me hubiesen contratado, por ejemplo, en un supermercado? O si me hubiesen cogido en aquella parafarmacia en la que tanto me apetecía trabajar. ¿Habría seguido estudiando las oposiciones o lo habría dejado para otro momento? Al fin y al cabo en ese trabajo tendría un sueldo todos los meses y lo otro...Lo otro era algo bastante peregrino, demasiado especulativo. ¿Me habría esforzado igual?

Dos meses antes de las oposiciones me ofrecieron un trabajo de niñera. No era nada serio ni formal, pero al menos parecía una cosa constante. No iba a ganar casi nada, pero era dinero. "Mejor 150 euros al mes que nada", me decían algunos a mi alrededor. Creo que me salvaron las condiciones. Lo pensé bastante y decidí que por ese dineral no me merecía la pena quitarme tiempo de estudio antes de ese momento tan esperado, en esa recta final. Las oposiciones no eran algo seguro, quizá suspendiese y no tuviese ni una cosa ni la otra, pero si eso ocurría no quería que fuese por haber primado algo temporal por encima de esa meta a largo plazo. No quería tener ese remordimiento.

Total, que lo rechacé. Y tuve que dar muchas explicaciones, lidiar con muchas malas caras y con miradas de desaprobación. No tenía sentido para casi nadie que yo dejase pasar ese pequeño beneficio, pero que era inmediato, por un beneficio que podía llegar o no. Y eso que las condiciones eran las que eran. Si hubiesen sido mejores, ¿habría conseguido resistir la presión? ¿Me habría mantenido en mis trece? Lo dudo.

Pero la cuestión es que, quizá con ayuda de las circunstancias, hasta ahora he sabido esperar. Cuando me decían que nunca iba a haber oposiciones, aguanté estudiando. Cuando me decían que nunca iba a ser profesora de filosofía, seguí ahí. Y tardé tres años, pero llegué. Tres años es mucho tiempo cuando no puedes vivir por ti misma, cuando estás lejos de tu pareja, cuando no tienes garantías ni siquiera de que vayas a poder intentarlo. No sé si fui paciente o es que estaba simplemente majara.

(Tampoco voy a callarme que estaba ya casi desesperando. O sin el casi. Que si no hubiesen llegado los resultados... Pues no sé qué habría pasado.) 

Pero si no hubiese sabido esperar, si hubiese buscado salidas más inmediatas, probablemente no tendría lo que tengo ahora. Ni estaría mejor de lo que estoy. Nunca se sabe, pero es la sensación que tengo.

Y lo mismo con esto que con muchas otras cosas. ¿Damos suficiente tiempo a la gente para conocerla? ¿Esperamos a que la gente se sienta cómoda para compartir según qué cosas con nosotros? ¿Apreciamos el valor de algo que requiere un tiempo de espera más o menos largo?

¿Qué opináis? ¿Qué cosas habéis obtenido por saber esperar? O lo contrario, ¿cuáles os habéis perdido por no saber esperar?


Comentarios

  1. Jo, últimamente estoy de un sensible… ¡La leche! Me ha encantado el vídeo; pobre chica, si tarda un pelín más en terminar ni siquiera podemos ver su obra terminada. En cuanto a lo de esperar… creo que me defiendo en ese arte, llevo demasiado tiempo esperando a… ¿que algo mejor llegue? Y dentro de relativamente poco tiempo me jugaré mi futuro profesional casi a cara o cruz; parecido a ti: los resultados de un examen condicionarán si veo cumplidas mis aspiraciones o me quedo en el camino… En fin, quizá la vida sea eso: esperar; y no me quejo, voy haciéndolo, pero en muchas ocasiones (las más) el que espera desespera… Besos, Bettie.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Javi, estás echando raíces. ¿No conoces la famosa historia del bambú? :P

      ¡Besos!

      Eliminar
  2. También soy bastante "agonías"... O, como me decía un adjunto cuando era resi pequeña "no me seas prisoletas" XD
    Pero 2015 me enseñó a esperar, a no coger todos los trenes sino esperar al que mejor me iba a llevar... Y en eso estamos.

    Creo que vivimos en una sociedad de la "inmediatez". ¿Y lo que molaba, de pequeña, esperar las cartas que cruzabas con los amigos de las vacaciones? ¿Llevar las fotos a revelar y esperar para ver cómo habían quedado?

    Lo queremos todo, y ya.

    Un besoteee

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. O hacer una colección de cromos y esperar a que te saliera el que te faltaba. O a cambiarlo. O...

      Sí, lo queremos todo y ya. Pero no siempre se puede tener todo inmediatamente...

      Eliminar
  3. Yo en esto sabes qué opino; soy una cagaprisas y yo hubiera sido como la rubia imbécil que además de presionar el botón incita a los demás a hacerlo. El ahora me tiene muy marcada, porque yo sé lo que es el todo y el nada, que un día puede cambiarlo todo.

    También me lo tomo todo muy a la tremenda y respondo demasiado a impulsos, pero todos tenemos nuestros fallitos y yo estoy esperando a Junio pacientemente, con codos y muchas ganas.

    Espero que esta segunda opo te salga bien. Las sonrisas se hacen esperar, pero si hay que esperar por algo que sea por eso.

    Besos, Jander.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bonito. "Si hay que esperar por algo, que sea por eso". Pues ojalá. La primera me fue bien. Incluso cuando creía que no, hubo sonrisa. Así que bueno, nunca se sabe :D

      Eliminar
  4. Yo también tengo la sensación de que se vive cada vez con más prisas, con una mentalidad más resultadista en menos tiempos. Vivimos con demasiadas prisas. Y la verdad, no me gusta >.< Por ejemplo, para cultivar el estudio de la literatura, hace falta tiempo, calma y reflexión. Bueno, la literatura y cualquier otro arte.
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Eso me recuerda a algo que dice mucho mi profesora de historia... Según ella la república no funcionó en España porque somos unos impacientes. No dejamos tiempo suficiente para ver los resultados.

    ResponderEliminar
  6. Es algo que ODIO. No soporto el "corre-corre" de todo el mundo... Hay veces que me fastidia incluso en la conversación, cuando estás contando algo y la otra persona termina tu frase y después ya tú no puedes terminar de contarlo, porque ya está esperando otro tema distinto... ¡Arg! Sobre todo porque muchas veces esto pasa cuando simplemente lo que quieres es hablar, no importa el contenido en realidad XD

    Es como lo de la comida, o lo de la música, o el cine... No se disfruta nada, todo es ya.

    La gente joven tiene un verdadero problema con esto. No son capaces de esperar a nada. No son capaces de centrarse ni de concentrarse ¡porque tienen que estar parados! No sé... Es algo que me supera a veces.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y no es solo un problema de gente joven... >_<

      En las conversaciones también ocurre, es verdad. Y es desesperante.

      Eliminar
  7. Todo se ha vuelto inmediato. Los medios de comunicación, las redes sociales, comprar por internet..Lo queremos todo y lo queremos ya. Todo lo que cueste esfuerzo y sobre todo constancia nos frustra. Y me incluyo entre ellos, soy muy impaciente, aunque poco a poco lo intento remediar. Tomándome las cosas con calma. Yo estoy en una situación parecida a la tuya hace tres años: Estoy terminando un Máster y no encuentro trabajo de lo mío (Soy maestra), he rechazado muchos trabajos basura (y digo basura porque eso era explotación pura y dura) para seguir formándome. No puedo pagar un piso de alquiler, ni hacer grandes viajes, pero intento pensar que cada día, cada examen que apruebo es un paso más que me lleva dónde quiero llegar.
    Muy buena reflexión, me has hecho pensar, se nota que eres filósofa xD Un beso guapa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajajaja, ¿se nota? Porque yo a veces no me lo noto xDDDD

      Pues Hache, fija el rumbo, y p'alante. A por lo que quieres. Aunque tardes. :)

      Eliminar
  8. Queremos soluciones rápidas, del mismo modo que queremos explicaciones en 140 caracteres, sin tiempos "muertos" sin dudas, sin espacios en los que escuchar nuestro propio silencio.
    El pensamiento y la reflexión son peligrosos, así que todo te empuja a correr, quemando etapas y renunciando a sueños que requieren tiempo y esfuerzo.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  9. No sé si es cuestión de esperar, o de escoger el camino correcto en un momento dado. Algo que por otro lado se sabe sólo a posteriori. En tu caso tener un objetivo claro supongo que ayudó. Lo de la inmediatez quizá nos venga un poco dado por la manera en la que vivimos, las tecnologías, etc. Hace poco escuchaba a un arqueólogo que era un entusiasta de las nuevas tecnologías por el cambio en el rol social que producían y esto de la conducta lo comentaba. A mí me suele agobiar mucho cuando la gente vive en el futuro, es decir los que ahora o antes ya están pensando en el veranito (así con esas palabras VERANITO) y una vez que llega el verano ya suspiran por el abrigo...Las cosas llevan su tiempo, todas, y es verdad, hay que saber esperar, pero puede pasar, a mí me pasa, que en esa espera te desesperes, decaigas, dudes. Y te dejo mi pregunta, existencial: ¿cuánto tiempo esperar no es desesperar? ¿cuándo se puede considerar que uno no es impaciente, sino que ha llegado el momento de pasar página? Con el paso del tiempo, el tiempo de espera pasado se comprime de tal manera que toda espera parece poca, por eso si dejas de esperar y tampoco consigues nada ¿debes pensar que fuiste impaciente?
    Besazos guapa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego aquí no hay medida exacta. Ya digo que yo estaba ya desesperando, que 3 años me parecieron bastantes años ya, yo qué sé.

      A veces tiene sentido decir que ya no esperas más, que ya has trabajado bastante por algo que no llega, claro. Lo que no tiene sentido es esperar que todo llegue inmediatamente, porque no es así. Pero claro, la medida exacta, el mínimo de tiempo... Eso no existe.

      ¡Besotes!

      Eliminar
  10. No sabemos esperar porque no soportamos la incertidumbre tampoco. El otro día me dijo mi hermana "tienes que aprender a aguantar un poquito de incertidumbre en tu vida!!" y qué verdad es... necesitamos tener todo controlado, saberlo todo, estar tranquilos...
    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo estoy afectada de eso. De "controlitis". Estoy intentando curarme, porque es imposible tenerlo todo bajo control. Pero cuesta...XD

      ¡Besos, Ali!

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Adelante! Deja tu retal :)

Entradas populares de este blog

Cómo aprobé el nivel Avanzado de la EOI preparándome por mi cuenta.

Tontos-a-las-tres.

Libro: La edad de la ira, de Fernando J. López