Retratos a tiza (IV)

Me dejé muchos retratos a tiza sin hacer de mis alumnos del curso pasado. No descarto hacerlos, porque los recuerdo como si no me hubiese ido, pero hoy toca hacerle un retrato breve a un alumno nuevo, de los de aquí. Quiero atesorar los buenos momentos, las partes bonitas, que este año están escaseando más. 

Tengo un alumno que es lo más bonito del mundo. Es pequeñín, no solo porque está en 1º de ESO, que también, sino porque es bajito. Además, cuando le miro a la cara veo todavía la inocencia de un niño de colegio. 

Tiene la piel morena y los ojos oscuros, vivos y brillantes. El cabello, también oscuro, siempre va peinado hacia un lado, pero sin gomina ni nada por el estilo, con unas ondas naturales preciosas. Y cuando mi niño sonríe, se ilumina el mundo. Es de lo más bonito que pulula por este instituto, os lo prometo.

¿Por qué es él el primer alumno al que le hago un retrato este curso? Porque me ve. Parece una tontería, pero a veces me siento una autómata en la clase porque me da la sensación de que es así como me ven muchos de ellos. Pero él no, mi niño no. Mi niño, desde el primer día, ha hecho un gesto maravilloso: se ha despedido personalmente de mí. 

Sí, así es. Cada día, al acabar nuestra clase (que es la última del lunes), mi niño se acerca a mi mesa mientras recojo y, cuando lo miro, me dice, con esa sonrisa preciosa:

-Hasta el lunes que viene, profesora.

Y yo sonrío también (no puedo evitarlo) y le contesto lo mismo.

-Hasta el lunes que viene.

La semana pasada me costó un enfado conmigo misma. No me sabía su nombre. No he podido aprenderme los nombres ni de una mínima parte de mis alumnos. Son muchísimos, y a la mayoría los veo solo una vez a la semana. Pero tenía que saberme su nombre. Así que hoy, mientras pasaba lista, me he quedado muy pendiente hasta que he llegado a él.

Así, cuando, como todos los lunes, se ha despedido de mí, he podido hacer lo propio llamándole por su nombre. 

¿Y sabéis qué? Que se le ha agrandado la sonrisa. 

Y ese es el retal colorido del día de hoy. 

Comentarios

  1. Es precioso, a veces no nos damos cuenta del efecto que podemos tener en otras personas, simplemente por un gesto o por unas pocas palabras.
    Es una pena que no haya tantos momentos buenos en este curso, pero aún es pronto, los habrá ;)
    Un besitoo

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    1. Bueno, me aferro a los pocos que hay. Algo es algo. :)

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  2. Qué entrada más bonita, me ha emocionado y todo!!
    Hay gente que merece el esfuerzo de llamarlo por su nombre, yo también intento hacerlo en mi trabajo.
    Besos!

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    1. Desde luego. Yo estoy más tranquila después de haberme aprendido su nombre :D

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  3. Nunca me había decidido a comentar, pero, como esta entrada tuya será una de mis favoritísimas en la historia de los blogs, tengo que hacértelo saber. Muchas gracias por escribir tan bonito y por ir compartiendo estos retales tuyos de una forma tan generosa.

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    1. Gracias a ti por comentar, NaLia :) Y no tienes que darme las gracias a mí, esto es mi terapia, más que otra cosa :)

      ¡Besos!

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  4. Ay, me encantan esos detalles...
    A veces pequeños gestos son un mundo y una simple sonrisa o un saludo pueden cambiar el día.
    Yo lo pensaba esta mañana, porque en la panadería a la que solía ir al lado del colegio de mi hija (ahora ya casi no voy por allí) hay una dependienta nueva y aunque la anterior era muy maja, ésta cada vez que voy me dice al marchar: "que tengas un buen día"... Y, oye, parece una tontería, pero eso me anima.
    Me alegra que te hayas aprendido su nombre. El de todos es misión imposible, pero el de "tu niño" tenías que sabértelo...;)
    Besotes

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  5. Pequeños detalles son los que alegran la vida. Buen retazo. Y paciencia, que seguro que con tiempo y una caña, todo llega ;)

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  6. ¿Cuántos retratos a tiza acumularás con los años? :)
    ¡Un abrazo!

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