Hubo un tiempo en el que...

Hace un rato estaba recordando que han quitado de mi supermercado habitual unos cereales que me gustan mucho. Ya van dos semanas que los busco y no están, así que supongo que la retirada es definitiva. Eso me ha llevado a pensar que (sí, de nuevo, un curso raro de pensamiento) no hace demasiado, hubo un tiempo en el que comprarme esos cereales era un capricho grande, porque tenía que mantener mis gastos al mínimo, cercanos al nivel de supervivencia. Entonces me he puesto a recordar muchas situaciones que he vivido y que, por suerte, ya no forman parte de mi vida cotidiana.

Hubo un tiempo en el que contaba mis ahorros en meses que podría sobrevivir.

Hubo un tiempo en el que comprarme un libro por placer no era una opción.

Hubo un tiempo en el que salir a cenar, comer o desayunar por ahí era un sueño para el que había que poner metas: "Cuando encontremos trabajo..."

Hubo un tiempo en el que invertir dinero en aprender algo nuevo ni se me planteaba.

Hubo un tiempo en el que, si tenía frío, me ponía dos batas y dos mantas porque encender un calefactor era un lujo.

Hubo un tiempo en el que me cortaba yo misma el pelo porque no me podía permitir ir a la peluquería.

Hubo un tiempo en el que no podía ir al cine (salvo al cine de reestreno, bendito sea).

Hubo un tiempo en el que ir a ver una obra de teatro era algo que hacer "algún día".

Hubo un tiempo en el que soñar con el futuro era una actividad de alto riesgo.

Hoy, por suerte, ya no es (tan) así.

Menos mal.

No está de más recordar estas cosas de vez en cuando.



Comentarios

  1. "Ahora no es el momento de pensar en lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que hay."

    La vida nunca es fácil, sobre todo los primeros pasos. Lo importante es seguir la lucha y tener los mejores compañeros de armas. Cuando pasas los cincuenta te das cuenta de que las temporadas apacibles, por largas que sean, siempre acaban desembocando en una nueva tempestad. Entonces te amarras a quien te acompañe en el bote, ambos os agarráis con uñas y dientes hasta que la tormenta cese y rezáis para que ni el barco, ni vosotros, os hundáis. Luego, unas veces mas tarde y otras mas temprano, sale el sol otra vez y vuelta a empezar. Cuanto se agradece un claro en la tormenta, ¿verdad? Por cierto, la cita es de Hemingway.

    @nosoyunrobot

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    Respuestas
    1. Y a veces, más que amarrarse a nadie, hay que atarse al mástil. En fin, es la vida, y hay que navegarla como viene :)

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  2. Corazón ¿Qué te dije siempre? Que el momento llegaría. Uno nunca olvida de dónde viene ;)

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