Buenas noches.
Me quitaré a golpes los zapatos
y, a tirones,
los vaqueros y el jersey.
"¿Me ayudas?", pediré, sin mirarte,
y, por toda contestación,
recibiré un beso en el hombro
mientras te peleas con mi sujetador.
Recitarás, señalándolas con el dedo,
una a una,
las constelaciones de mi espalda.
"Eso es trampa", me fingiré indignada,
"te las vas inventando sobre la marcha".
Contestarás: "Verdad,
y no por eso son menos reales".
Estrellarás tus labios contra mi nuca
y yo,
que nunca supe ir de farol,
me desharé en gotas de aire
poco después de que cuentes a besos
mis lunares.
"Mi cielo estrellado,
mi galaxia,
mi universo..."
Me harás el amor de nuevo,
jugando a que este cuerpo familiar
es un reto
-terreno inexplorado desde ayer.
Tras la rendición,
-si hay fortuna,
ambos victoriosos-
nos miraremos,
preñados de esperanzas secretas,
los ojos brillantes,
el alma embriagada,
y guardaremos con celo
nuestros sueños.
-si los cuentas,
no se cumplen.
-Buenas noches, amor.
-Hasta mañana.
Precioso!!!!!
ResponderEliminarGracias, Elena. :)
EliminarPrecioso!!!!!
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